A la espera de una Victima digna - (Libre)

Sentado elegantemente a una mesa esperaba, aunque sin saber exactamente qué.
El sol estaba por asomar en el horizonte, era bastante temprano aún. El cielo apenas comenzaba a aclarar, colándose la tenue luz por las ventanas. La mesa era alumbrada débilmente.
No había casi nadie en aquél lugar, algo que probablemente era de esperarse a aquellas horas, aún menos alguien interesante, pero, pese a ello, seguía esperando allí.
Aburrido observaba la taza bacía del té de hierbas que había pedido; esperaba que alguien le atendiese pronto para poder pedir una copa de vino.
Hacía tiempo que no se divertía en lo más mínimo, de modo que estaba ansioso de hacerlo. Aún así era difícil esperar que llegase alguien adecuado para ser su víctima. Deseaba jugar, sentir el olor de la sangre, saborear esa sensación que hace tanto no tenía…
Comenzaba a considerar que tal vez sería buena idea ir a algún sitio y conseguir a alguien para pasar un rato, alguien a quien nadie le importe lo que pudiese hacerle, después de todo, aunque sería difícil cruzarse justamente con alguien interesante, no podía ponerse tan quisquilloso y selectivo si esperaba realmente tener algo de diversión pronto.
Hizo una seña a un mozo que pasaba cerca. Una vez hubo llegado hasta él pidió cortésmente el vino y dejó que se llevara su taza. Poco después este regresó con una copa y una botella, sirviéndole de ésta una rojiza sustancia. La probo sutilmente para comprobar que era de calidad, luego pidió la cuenta.

* El turno habia acabado... y como siempre o mas bien cuando tenia la oportunidad como habia sido el caso de hoy, me habia alimentado, si de una esquisita dosis de sangre recien sacada, que magicamente se habia perdido del banco de sangre del laboratorio donde yo era ayudante.

Ahora era momento de relajarme, aun no queria llegar a la casa , para no ver el aburrido rostro de mi mayordomo Claude, que sin duda me pondria al tanto de todo lo que tenia que hacer y que sin duda no haria y le obligaria que el hiciera por mi.

Entre en el primer lugar donde no hubiese mucha gente... bueno tampoco era que a estas horas hubiera mucho publico, pero en fin...entre en una cafeteria... me sente en una mesa cerca de la puerta y que daba a la ventana... alli no paso ni un minuto y llego uno de los que alli atendian... vaya que su sangre apestaba... le mire de reojo, como un chico con cara de asesino en serie "si peor que yo-rio" podia estar trabajando en ese lugar...bueno no me interezaba en saberlo.

Pedi un cafe mocca y una tarta de chocolate...solo porque andaba con antojos de algo asi... y luego espere completamente aburrido y sin preocuparme de nadie que estubiera alli... , mi menton reposaba en mi mano y miraba distraido hacia afuera mirando las pocas personas que transitaban*

- todos... tienen una sangre tan manchada.... ni los jovenes tiene sangre de calidad hoy en dia-suspiro

Habiendo bebido ya la mitad de lo que me habían servido, comenzaba a creer terminaría yéndome sin encontrar lo que estaba esperando. Dejé escara un suspiro pensando en retirarme, cuando, justo a tiempo, un joven cruzó la puerta, sentándose en una mesa cerca de ésta; parecía interesante.
Lo observé mientras acababa mi copa; con una mirada carmín y una cabellera que, a la tenue luz que iba aumentando lentamente, parecía tener un bello tono perlado. Dejaba la impresión de observar hacía afuera desinteresadamente.

Pagué, incorporándome lentamente y caminando en dirección a la puerta, mas me detuve junto a la mesa del desconocido.
- Es difícil encontrar lo que se busca en estos tiempos ¿Cierto? - Comenté sonriendole de lado; mirándole fija y penetrantemente un instante, esperando cruzarme con su mirada. - ¿Puedo? - Cuestioné entonces por simple cortesía, pues no esperé a escuchar su respuesta, sino que simplemente tomé asiento frente a él, siempre manteniendo aquella elegante postura que tanto me agradaba conservar en público.
- Mi nombre, es Abdiel Ainstaroth Shaytan - Dije, cruzándome de brazos - ¿El suyo?

*estaba a puro suspiro completamente aburrido y cansado, realmente no habia nada interezante, ademas habia cerrado mis oidos y mente para dejar de oir estupideces que provenian de fuera y de los que estaban aqui.

hasta que alguien se le ocurrio detenerse justo frente a mi mesa, le mire con la ceja alzada fijamente, escuchandole y ni siqueira me dio tiempo a respoder, ladeo mi rostro como sin entender al chico que estaba ahora ya sentado en mi mesa, y suelto un sonoro suspiro y aun sosteniendo mi rostro en mi mano y con el rostro de aburrido en serie respondo mirandote siempre fijo a tus ojos, mientras te estudiava y para mi desgracia, ok tenia mala suerte parece, op llamaba a aquellos seres... porque siempre resultaba que los demonios se acercaban ...*

-soy Subaru... Subaru Sakama*respondo mirando hacia fuera sin prestarte mucho interes, auqnue bueno, ahora hablar le con alguien podia quitarme el aburrimiento, pero eso aun no planeaba plasmarlo en mi rostro que hasta ahora seguia de aburrido*

- se puede saber porque te sentaste aqui??, tambien andas aburrido?? o andas con ganas de joder?*clavo mis ojos en los tuyos*

Me miraba fijamente, mirada que, por supuesto, yo sostenía con serenidad. No era lo que esperaba, con certeza, no lo era, siquiera era un humano, pero resultaba curiosamente interesante.
- Subaru ¿Eh? - Susurré para mí, con la intención de mantenerlo en mi mente.
Esperé un instante, habiendo escuchado su pregunta noté cómo clavaba su vista en mis ojos. El chico comenzaba a agradarme; esas actitudes, de alguna forma me resultaban desafiantes, pero sin intención alguna de desafiarme; quizás acto temerario, claro, bien consiente estaba yo que, cómo las viese, no dependían más quizás que de mi humor, y, habiéndome cruzado con alguien entonces, cuando esperaba por alguna diversión, me había dejado quizás un tanto de "buen humor".
- ¿Qué clase de modales son esos? - Le cuestioné - Tampoco es como que fuese usted exactamente lo que yo buscaba, pero actualmente no resta más que conformarse con aquello que se encuentre - Dejé escapar una leve riza - Pero si, está en lo cierto, si estoy aquí, bien es porque desde hace un tiempo que estoy aburrido, y esperaba buscar una oportunidad para cambiar, al menos por un momento, aquello. Ahora bien, aunque era algo que ya suponía, me ha confirmado también lo está; debo ser afortunado por ello, quizás podríamos hacer mutuamente algo al respecto. ¿No cree, Subaru?
Cada palabra que pronunciaba, lo hacía de manera elegante y cortés, así acostumbraba a tratar con los demás, con un tono suave y lento.
Me acomodé un poco en el asiento, acercándome más a la mesa para poder apoyarme en esta, con el mentón levemente apoyado sobre mi mano, siempre manteniéndome recto y con la cabeza en alto.

*ante lo que decia, enarque una ceja, ja que se creia, si no era yo lo que esperaba, que estaba haciendo aun aqui sentado y ademas molestando... rodee los ojos y solte un suspiro mirando de nuevo a la ventana, mientras este seguia hablando, su manera de hablar era elegante... por momentos se me pasaba el odioso de claude por su manera de hablar, que acaso todos los demonios tenian esa mania de hablar lenta , elegantes y cortez.. que aburrido...

Cuando se digno dejar de hablar volvi a fijar mis ojos en el

-vaya hasta que paras de hablar... bueno no pienso discutir lo primero que dijiste, me da lata hablar mucho, y respecto a lo ultimo...estoy aburrido... pero no se que clase de cosas te dispones a hacer tu para matar el aburrimiento...*te miro perpicasmente... curioso , cuan niño aburrido esperando a que le dijieran algo realmente divertido*

- y bien, si me dices algo que sea interezante me ofresco a ser tu compañia.. si no, me largo... *vuelvo a fijar la vista fuera* - aaahhh sangre podrida... no se me antoja hoy...*susurraba mirando a un anciano pasar

Conservaba una actitud seria, pero al escuchar aquella primero expresión dejé escapar una carcajada - Procuraré hablar concisamente de forma que un niño pueda entender, ¿Tal vez eso estaría mejor para ti?
Sí, lo había tratado de niño, pero, ¿Cómo no hacerlo cuando la persona frente a mi conservaba esa actitud?
- Pues podría intentar hacer un acto de magia, o un show de fuego o algo así - Comenté con una sonrisa fingiendo pensar seria y detenidamente, mirando hacia arriba. Luego volví a mirarle - Aunque no creo que sea lo que esperas.
Una serpiente negra se había enroscado pasando por sobre los hombros del otro - Además no parece estar de humor - Comenté mirándola.
- De todas formas, por qué no me dices que esperas, tal vez pueda ayudarte ayudándome - Sonreía de forma arrogante y obscura, y estaba consiente de eso, pero qué más podría hacer, después de todo siquiera hablaba con un simple humano.

Acababan de traerle su pedido así que, respondí a su amenaza de marcharse - No puedes irte sin siquiera probar eso, yo te invitaré.

*realmente me estaba fastidiando, pero no estaba ni con animos ni humor para empezar a discutir... simplemente ignoraba esas palabras, ademas no eras el unico que siempre me reprochaba el hecho de parecer un crio con mi actitud...

Te miro luego de lo que dijiste... mirandote fijo y luego sonrio como uun crio inocente que dice algo lo mas comun de la vida*

- me divertiria el hecho de irnos a la cama y me que alimentaras mientras nos divertimos... tu sangre se me hace apestosamente deliciosa... siempre es bueno variar*sonrio aun con inocencia, mientras ni siquiera miraba ñlo que me habias invitado*

-te parece consentir el capricho de este niño, o no se te hace interezante hacerlo en estos momentos?*ladeo mi rostro, mi sonrisa torcida media demente adronaba mi rostro, pero aun asi seguia conservando el aire a infantilizmo*

Esperaba una respuesta en silencio.
Mientras le escuchaba observaba la actitud que este tomaba. Parecía estarle molestando, pero aún así, quizás movido por un interés personal, no me había dejado hablando sólo, eso era algo, podría darle un punto en modales por aquello, aunque su actitud no ayudaba todo el tiempo... Pero, a fin de cuentas, ambos buscábamos algún provecho...

- Parece que ya nos entendemos - Respondí una vez acabó su discurso.
Con un leve movimiento indiqué a mi serpiente que se acercase a mí, esta se arrastró por el brazo del otro hasta la mesa y luego directo a mi mano, desapareciendo bajo la manga de mi campera, y derramando en el camino unas gotas de café, de una forma disimuladamente intencional.
- No me subestimes - Comenté bajo mientras.

- Sabes, me agrada esa expresión - Le dije, inclinándome un poco hacia delante - Te queda bien.
Esbocé una oscura sonrisa, hice una pausa, y dí un rápido vistazo a el lugar considerando sus palabras - Pero, este lugar no es tan agradable. ¿No crees?