Solitario Hogar.

Entra a paso lento en el pequeño edificio de departamentos. Se hallaba un tanto cansado por lo que, apenas entró en su departamento del primer piso, tomó el último libro que había estado leyendo y se fue a su habitación sin importarle que estuviera todo el lugar en penumbras. Se quitó las botas y dejo su cuerpo caer boca arriba sobre la cama deshecha sin importarle. Sus ojos se fijaron en la ventana junto a la cama que iluminaba un poco la habitación y un largo suspiro emergió de sus labios.

-Socializar...es algo agotador para mí...-susurró, acurrucándose un poco más sobre las mantas.

No estaba acostumbrado a hablar tanto como había hecho ese día. Tampoco a permanecer cerca de una misma persona o ser por largos periodos. Pero, de algún modo, se había sentido bien hacerlo y le había gustado. Además, Ichirouta-san le había agradado bastante a pesar de todo.

Soltó una pequeña sonrisa sin poder evitarlo y se preguntó si, tal ves, podría verlo mañana. Creía que podría tolerar el seguir socializando tanto mientras fuera con una sola persona y que éste le agradara. De a poco tal ves podría incluso hacerlo con otros.

Se quitó el polerón y sus collares con hebilla antes de meterse bajo las cobijas. Abrió el libro donde un pedazo de papel doblado que hacía de marca libros le indicó que había quedado y se decidió a leer hasta caer dormido, aún con una leve sonrisa.